Por Guillermo Robles Ramírez
“Donde estará el muñeco
Donde se abra metido,
Hace un mes que no baila
Donde se habrá perdido”
La estrofa de esta canción populachero me recuerda la celebración de la rosca de reyes que se celebra hoy aquí en el país, para celebrar el Día de Reyes, sin embargo, hay quiénes aseveran que su origen es francés, los hay que dan por hecho que le dieron nacimiento los españoles, otros dicen que los italianos, ingleses o los mismos romanos y los hay hasta los que afirman que el origen de la rosca de reyes, viene de Persia.
La verdad es que aún no se ha logrado, en definitiva, coincidir en un origen verdadero y lo único que es cierto es que la rosca de reyes es una costumbre muy esperado por todos los mexicanos.
otra de las verdades en la que coinciden quienes pretenden y buscan acreditarse el verdadero origen o nacimiento de la tradicional rosca de reyes, es que es símbolo de unidad familiar, de convivencia, de ratos de alegría y paz, de reflexión y sobre todo, de pasar momentos de broma, alegría y algarabía con los hijos, la esposa o esposo, los padres, abuelos, los hermanos, los compañeros de trabajo. Y más cuando salen los “afortunados” que en su rebanada de rosca va consigo el conocido y tan temeroso “monito”, representando al Niño Jesús; sí, esa figura de plástico a quienes todos o casi todos rehuimos porque representa el tener que ser padrino para pagar el dos de febrero “Día de la Candelaria”, la tamaliza por el “pecado” de tener la gran suerte de haber sacado el “monito”, aunque se lo esconda dentro de la boca guardado en el cachete, tarde o temprano sale pues es inevitable esconder la travesura.
En el origen de ese delicioso platillo que es la rosca de reyes, hay mucha especulación y con el tiempo ha ido cambiando su elaboración, preferentemente en el relleno que lleva, pues de simple rosca de harina, azúcar, manteca o mantequilla a pasado a que lleve en su interior, nuez, dátil, almendra, frutas secas, y hasta cajeta.
La verdad es que además de representar un momento para comer en compañía de la familia, también ha sido motivo de un ingreso adicional o extra para la industria panificadora, cuya Cámara Nacional estima su venta por encima de los dos millones de pieza teniendo ventas superiores a los 250 millones de pesos.
Se cree, dicen organizaciones francesas que la rosca de reyes apareció por primera vez, en su país, Francia, contándose que un cocinero de la corte de Luis XV pretendió complacer a l monarca ofreciéndole un pan tradicional de su tierra.
Según se relata y se dice que en el interior de las primeras roscas se introdujo un medallón de diamantes, lo que gustó al Rey, pues eran las épocas de derroche, lucimiento y competencia de la realeza haber quien tiraba o regalaba más dinero en fiestas, pachangas, orgías y demás.
Esta forma de hacer llegar valiosas joyas a la gente alrededor de los monarcas, paulatinamente fue haciéndose una tradición para en un momento dado llegar esta costumbre a España, en donde empezó a cambiarse las alhajas con un frijol de haba.
Dicen algunos que llegó a México, después de la conquista, convirtiéndose en una tradición en Latinoamérica, que hoy en día es una de las celebraciones de mayor tradición entre nosotros los mexicanos.
Los que dan doble contra sencillo que el origen es España, señalan que los españoles la trajeron a México y que la epifanía o día de los reyes magos, es una fiesta sobresaliente en la religión católica, porque representa el día en que Jesús se dio a conocer al mundo y desde que las autoridades eclesiásticas reconocieron la fecha, el 6 de enero de cada año se festeja y celebra con una gran merienda en la que se parte el pastel o bizcocho, tradición que se conservó durante la edad media.
En algunos países la rosca es renda, mientras que en México se estiló hacerla en forma ovalada, decorada con frutas curtidas o secas.
La rosca de reyes realmente es una incorporación a las tradiciones mexicanas, porque originalmente proviene la época de los romanos meramente festivos dedicados al dios Saturno, divinidad de la agricultura y cosecha; con el objeto de que el pueblo romano pudiera celebrar los días más largos a venir después del invierno.
Pero en México, se adoptó para representar que el niño dios tuvo que ser escondido y protegido en los días del relato bíblico perteneciente al pasaje “día de los inocentes”, que cuenta que, en los tiempos de Herodes, al enterarse que había nacido el rey de reyes, ordenó matar a todos los niños menores de tres años, para evitar ser destrozado.
Todas estas tradiciones al pasar los años cada vez se van perdiendo el conocimiento del por qué, la celebración del día de reyes, motivo por el cual cada quién quiere adjudicarse su origen.
Así que, en estas próximas fechas a punto de celebrar la rosca de reyes, no sean tramposos en esconderlo en el cachete y mucho menos intente tragarse al “monito”, entero puesto eso no es lo difícil, sino la salida.
En fin, son historias y la única verdad que conocemos y vivimos, es que la rosca de reyes se ha convertido en toda una tradición para los mexicanos de momentos de convivencia, momentos de alegría y de reflexión.